¿Qué es el psicoanálisis?

Divan de Freud

El Psicoanálisis es una disciplina científica fundada a finales del siglo XIX por el Dr. Sigmund Freud. Surge en la práctica clínica como una psicoterapia para tratar los trastornos o enfermedades mentales, en un principio exclusivamente neuróticos como la histeria.

El descubrimiento del inconsciente fue el resultado de un profundo trabajo de investigación y práctica llevada a cabo en el seno de la medicina de dicha época. A partir del cual se desarrollaría un nuevo procedimiento de curación e investigación de los fenómenos psíquicos.

La aparición del psicoanálisis supondrá una ruptura epistemológica con respecto a los conceptos anteriores sobre la psique (donde psiquismo se consideraba sinónimo de conciencia). Lo que dará lugar a un saber inédito sobre el ser humano, aportando una perspectiva nueva sobre el aparato psíquico y su funcionamiento. Una comprensión cuyas consecuencias e implicaciones transcenderán el campo de la salud, influyendo en prácticamente todas las áreas del conocimiento humano: pedagogía, filosofía, sociología, antropología, lingüística, literatura, pintura, arte… 

Y es que el psicoanálisis, a pesar de gestarse en el corazón de la neurología, y, por consiguiente, ser utilizado como tratamiento psicoterapéutico de padecimientos «nerviosos» (hasta entonces considerados orgánicos), también, se convertirá en una vía a través de la cual todas las personas sanas y normales podrán tener acceso a sus propios procesos mentales. Algo que llevará implícito el autoconocimiento y, con ella,  la posibilidad de transformación, es decir, de cambio del sujeto en análisis.

 

Finalmente, en el psicoanálisis, puede distinguirse un tercer aspecto o dimensión: es un método de investigación en el cual, la interpretación psicoanalítica, puede extenderse y aplicarse a otras disciplinas, sirviendo como instrumento para diferentes producciones humanas.

¿Cuándo acudir al psicoanalista?

¿Cuándo acudir al psicoanalista? El psicoanálisis, como procedimiento psicoterapéutico, está indicado para todos los trastornos psíquicos: fobias, obsesiones, ansiedad, angustia, depresión, adicciones, trastornos funcionales y psicosomáticos, etc. También se utiliza como tratamiento para otro tipo de padecimientos que, sin tener que ser diagnosticados necesariamente de patológicos, causan mal-estar en la vida del sujeto: celos, desamor, problemas de pareja, conflictos familiares, dificultades sexuales, complejos, manías, temores… Pero, además, como hemos mencionado, al no limitarse el psicoanálisis a ser únicamente una terapia para curar los males del alma –y muchos otros que afectan al cuerpo–, sino, también, un medio a través del cual todas las personas («enfermas» y «sanas») pueden llegar a tener acceso a sus propios procesos psíquicos: conocerse a sí mismas, sería un tercer motivo para acudir a la consulta del psicoanalista. Es decir, querer saber más sobre nosotros: acerca de nuestras ambiciones, tal vez, demasiado ocultas; de nuestras propias trabas para tener una vida más satisfactoria en un sentido amplio de la palabra; sobre la naturaleza de nuestros miedos que, probablemente, nos incapacitan para lograr metas u objetivos muy claros o no tanto; darse cuenta y entender el porqué de determinas resistencias para alcanzar el éxito; llegar a descubrir el motivo de nuestras inhibiciones frente a la creación; desvelar las fantasías que nos impiden una mayor implicación en ciertas áreas de nuestra vida; por qué huimos de compromisos que seguramente nos gustaría tener; llegar a esclarecer lo que subyace en tanto fracaso frente al triunfo; dilucidar que hay tras el miedo a amar y ser amados…

¿Cuándo acudir al psicoanalísta?

El psicoanálisis, como procedimiento psicoterapéutico, está indicado para todos los trastornos psíquicos: fobias, obsesiones, ansiedad, angustia, depresión, adicciones, trastornos funcionales y psicosomáticos, etc.