¿Cuándo acudir al psicoanalista?

“Recordar es la mejor manera de olvidar”

El psicoanálisis, como procedimiento psicoterapéutico, está indicado para todos los trastornos psíquicos: fobias, obsesiones, ansiedad, angustia, depresión, adicciones, trastornos funcionales y psicosomáticos, etc.

También se utiliza como tratamiento para otro tipo de padecimientos que, sin tener que ser diagnosticados necesariamente de patológicos, causan mal-estar en la vida del sujeto: celos, desamor, problemas de pareja, conflictos familiares, dificultades sexuales, complejos, manías, temores…

Pero, además, como hemos comentado, al no limitarse el psicoanálisis a ser únicamente una terapia para curar los males del alma –y muchos otros que afectan al cuerpo–, sino, también, un medio a través del cual todas las personas («enfermas» y «sanas») pueden llegar a tener acceso a sus propios procesos psíquicos, conocerse a sí mismos, sería un tercer motivo para acudir a la consulta del psicoanalista. Es decir, querer saber más sobre nosotros: acerca de nuestros sentimientos, tal vez de nuestros conflictos ocultos, de los pensamientos erróneos, dudas o quizás miedos que pueden estar confundiéndonos y obstaculizando nuestras verdaderas motivaciones y propósitos en la vida.